forsaken_ 2016/2025

ongoing series

FORSAKEN

"Ni bien llegamos a este mundo, pedazos de nosotros empiezan a caerse »

Gustave Flaubert

Forsaken pone en escena los carteles publicitarios diseminados por las carreteras de Uruguay, que suelen estar abandonados en el paisaje, estructuras silenciosas de superficie metálica repintada y reparada varias veces, de tonalidades blancas, grises, plateadas, azules, negras, con algún toque de color más fuerte remanente, brillando al sol, remendadas, oxidadas, tiradas en el suelo,… transformándose progresivamente en ruinas contemporáneas llenas de poesía.

Porque el cartel vacío aparece como una pintura abstracta en el paisaje colorido que lo rodea, de formas, luces y colores, haciéndonos olvidar su razón de ser original, vender, ser un vehículo de promoción para las marcas. « Me llamaba la atención el contraste entre la belleza de estos carteles desnudos y la ausencia del mensaje para lo cual habían sido concebidas e instaladas estas estructuras monumentales que fracturan el paisaje. Era nuevo para mí, nunca había visto tantos. Comencé a buscarlos y fotografiarlos cada vez que empezaba un trayecto fuera de la ciudad. » 

La artista utiliza la inmediatez de la fotografía no sólo como base para sus pinturas pero usa también la imagen como un registro de un breve intervalo en el que un objeto, un residuo de otro tiempo aún logra mostrar la permanencia de algo que está a punto de disiparse, la puntuación de que algo efímero sucedió allí. Así las obras presentadas en esta muestra, pintadas entre 2021 y 2024, se inspiran de una compilación de más de 300 fotos tomadas con un celular desde la ventana del auto en movimiento, que van del esqueleto de un cartel roto o quemado hasta un cartel recién pintado como nuevo para llamar la atención de un eventual cliente. Así como la naturaleza invade las estructuras construidas por el hombre, y el cartel abandonado ocupa, contamina la naturaleza, las pinturas funcionan como representaciones subliminales de cosas que no existen más, refiriéndose a capas de información perdidas. La valla publicitaria olvidada se convierte en una metáfora de lo efímero de la cultura del consumo, una suspensión del tiempo. del deterioro, del paso del tiempo, del colapso ecológico, ilustra la contaminación, la decadencia, el desorden de la sociedad.

Las pinturas funcionan como representaciones de algo que estuvo y que no existe más. Estamos en un «entre-deux», entre la abstracción y el paisaje, la ausencia y la presencia, en donde se refleja el cielo, la propia historia del sitio, las capas de información, los rastros de la actividad económica como los ciclos de alta/baja temporada, el covid, las diversas crisis, etc. 

A nivel cromático, una paleta de « colores sufridos » refuerza la sensación de deterioro que impregna la obra como un conjunto. Las formas geométricas predominan, resaltando el carácter escultórico de tal manera que aparezca la estructura, la parte trasera, los agujeros, las partes quitadas, la rejilla, el papel o el metal despegado.

Las vallas publicitarias son instrumentos al servicio de la publicidad. El proceso se transforma, el contenido es vaciado y se convierten en fantasmas, ruinas arcaicas de nuestro mundo contemporáneo, un vestigio de lo que pudo haber sido, ahora incompleto, roto o fragmentado. Estamos en un « entre-deux », entre la abstracción y el paisaje, la ausencia y la presencia, en donde se refleja la propia historia del sitio, los rastros de la actividad económica como los ciclos de alta/baja temporada, el covid, las diversas crisis, etc.

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Si la obra de Myriam Zini se desarrolla a través de diferentes medios como la pintura, la instalación, la fotografía y el dibujo, su investigación apunta hacia las poéticas de la ausencia, los paisajes humanos deteriorados, los espacios vacíos, los procesos que tornan un objeto o un paisaje en algo irreconocible, opaco, borroso. Borra figuras e informaciones, elimina lo visible y la identidad, superponiéndolas, para cuestionar y subvertir la forma en que se difunden las imágenes y las formas de mirar el mundo.

Estas ruinas ambientales merecen otra mirada, más poética_ enfatiza el contraste, la fricción entre el paisaje coloreado y las vallas publicitarias en tonalidades casi abstractas, blancas, grises, plateadas, negras, dejadas vacías, esperando al improbable cliente, brillando al sol, con su superficie metálica, reparada varias veces, remendada, oxidada, tirada en el suelo,… estructuras silenciosas transformándose progresivamente en ruinas ambientales contemporáneas llenas de poesía, metáfora de lo efímero de la cultura de consumo.